Por Yelou — 28/09/22
Entrevistamos a Rafael Chacón. Artista polifacético con una larga trayectoria, cuyos orígenes como escenógrafo e ilustrador modelan una obra onírica, divertida y sugerente. Puedes conocer su trabajo en “A las Barricadas”, nuestra exposición colectiva sobre cerámica, hasta  el 30 de septiembre.

De la escenografía a la cerámica
Mi trayectoria artística es muy ecléctica. Aunque empecé en la escenografía y en el diseño de vestuario para teatro en Sevilla, acabé por formarme en dibujo e ilustración. Durante un tiempo trabajé para algunas editoriales ilustrando libros infantiles. Mis inicios en el mundo de la cerámica se producen en el taller de Yoko Akabane, antes de saltar al taller La Gatería de Alberto Garant de Olivares.

Proceso creativo
Mi obra se sostiene en la observación. Comienza con un desasosiego producido por la contemplación de alguna escena cercana, una obra de arte o la propia naturaleza. A partir de ahí me surgen las imágenes mentales de lo que quiero crear. Esta parte es bastante importante para mí, aunque lo que más disfruto es el modelado de las figuras.

Simbolismo pop
Mi trabajo es figurativo, onírico, lleno de simbología mitológica y muy colorista. Con predominio de los dorados. Contiene todo lo que me conmueve e interesa: muchas referencias a los cómics, la cultura manga, lo asiático, el arte antiguo de Europa y el Pop. Además, siempre lo relaciono con alguna experiencia propia. Actualmente siento predilección por personajes con características animalescas.

Contar historias
Me siento cómodo trabajando con mis manos para contar historias. Puedo trabajar tanto en ilustraciones como en cerámica. Me desenvuelvo bien dándo forma al material. También disfruto ordenando y decorando el espacio. Exponer la obra no es sólo colocarla sobre una peana. Requiere de pericia y sensibilidad para que el primer impacto de la exposición provoque en el espectador lo que deseo transmitir.
Mi trabajo es figurativo, onírico, lleno de simbología mitológica y muy colorista.

El jardinero de mayo

Detalle de Este cuento me suena

Mi jardín del Edén

Andalucía
En Andalucía convive una familia de artistas muy especial, conciliadora y trabajadora. Abierta, tanto en lo personal como en lo profesional. Una comunidad que no duda en arrimar el hombro para que una iniciativa cultural salga adelante.

Porque el trabajo no termina en la obra. Hay que implicarse a otros niveles: recomendando a compañeros o compañeras para colectivas, dando apoyo en redes sociales, animando a otros artistas, etc.

La red de contactos que se va formando poquito a poquito es uno de los aspectos más hermosos de ser artista. Es muy importante colaborar con otros autores, aunque sólo sea echando una mano o prestando recursos. Yo estoy muy agradecido a aquellos que en alguna ocasión me han sacado de apuros.

Creo que en Andalucía hace falta más ayuda desde las instituciones. Son las que tienen medios para mover adecuadamente el tejido artístico a niveles que el artista de a pie no alcanza por sí solo. No hablo exclusivamente de temas económicos, sino de organización, capacidad de convocatoria a los medios o formación pública.

Sanar
La actividad creativa es sanadora de muchísimas maneras. Tengo la suerte de haber impartido un taller en KramiK, las Primeras Jornadas de Cerámica de la Escuela de Arte de San Telmo en Málaga. En una sola jornada se creó un equipo, una tribu. Para mí fue un gran aprendizaje sobre la capacidad integradora del arte.

Amor Sacrificado

Feroz

Proyectos especiales
Tanto KramiK como “Cajas de músicas raras y difíciles de guardar”, que tuvo lugar en Murcia, son proyectos muy especiales para mí.

También disfruto mucho cuando me incluyen en un discurso disruptivo, como mi participación en #Díscolos en La Casa Amarilla de Málaga; en artistas para el cambio, de “Ars Natura”, en los Alcázares de Sevilla; o en #DieBirds, una colectiva sobre los pájaros en Hamburgo.

Los proyectos más influyentes son aquellos que tienen un componente emocional o personal. Tanto “Los 100 años de Ginés Liébana”, organizado por Villa del Río en Córdoba, como mi exposición en La Ventana de Hisae, en Granada, me facilitó exponer y hablar sobre un artista al que admiro mucho. Y todo ello ocurrió durante y recién terminada la primera cuarentena…

En “Páginas de Barro 9” compartí espacio creativo y organizativo con colegas artistas que se han acabado convirtiendo en amigos. Cada proyecto es un proceso que me enriquece y me emociona, y sólo me resta desear que pueda ser así durante muchos años más.

Proyectos recientes
Ahora mismo estoy participando en “Ars Natura” organizado por Valdelarte y Verónica Álvarez en los Alcázares de Sevilla, y estoy muy contento de estar en “A las Barricadas” dentro de LAB Sevilla. Tenía muchas ganas de hacer algo así en mi ciudad.

Flora

Calandria

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